Diseña un sitio como este con WordPress.com
Comenzar

APRENDIZAJE Y ALTA CAPACIDAD INTELECTUAL (II) HEREDABILIDAD Y ENTORNO

Fotografía by Sonia Hunault
Gifted_Adults
Barcelona, 14 de noviembre de 2022

En esta serie de tres artículos, el objetivo no es otro que el de introducir en el fenómeno de la superdotación o la alta capacidad intelectual una visión holística que se aproxime lo más posible a la realidad.

Afirmaba en la anterior entrada que supone un reto mayúsculo hablar de certezas en el ámbito de la educación de este colectivo, básicamente por su alta complejidad y porque las revisiones sistemáticas de la fragmentada investigación hasta el momento, así lo indican.

Todos los intentos son en general bastante infructuosos, más teniendo presente que parten de premisas tan osadas como querer «crear genios» o hablan de inteligencia en abstracto sin un acuerdo unánime que aglutine exactamente que se quiere decir, lo cual es siempre un ejercicio arriesgado.

Solo leyendo con atención este documento de Renzulli [1] es fácil darse cuenta que toda la teoría es una construcción ad hoc basada más en «creencias» que en ciencia propiamente dicha:

«Gifted Behaviors versus gifted individuals»
(Comportamientos superdotados frente a individuos superdotados)
Joseph S. Renzulli and Marchitaba A. B. Delcourt

Todo el documento es una declaración de intenciones, en ningún momento hay ninguna afirmación más allá de hablar de «creencia» de su propia Teoría, ni por supuesto ninguna certeza sobre la superdotación. El concepto al cual refiere es puramente especulativo, la pregunta que habría que hacerse teniendo conocimientos de la existencia de esta población que está plenamente identificada, si puede recibir un «tratamiento educativo» desde su desconocimiento o aceptación de autores de renombre como Joseph Renzulli, que dice:

«Dos tipos de superdotación

La mayoría de los esfuerzos por definir la superdotación provienen de estudios centrados principalmente en el concepto de inteligencia. Aunque una revisión detallada de estos estudios va más allá del alcance de este capítulo, es necesario extraer algunas conclusiones generales de las investigaciones anteriores para sentar las bases de un análisis del concepto de superdotación.»

Hay una voluntad de «sentar las bases» partiendo del concepto de inteligencia, que el mismo Sternberg al que cita en los últimos tiempos descarta por su absoluta indefinición según en el contexto cultural que un individuo se encuentre, pero incluso, asienta la argumentación con Gardner y las Inteligencias múltiples, descartadas en el mundo de la neuropsicología día si día también, sigue…

«En primer lugar, hay muchos tipos de inteligencia y, por tanto, no se pueden utilizar definiciones únicas para explicar este complejo constructo. Las críticas a las teorías unitarias de la inteligencia llevaron a Sternberg (1984), Gardner (1983) y otros a desarrollar nuevos modelos para describir y explicar las capacidades humanas. Por ejemplo, la teoría «triárquica» de Sternberg sobre la inteligencia humana consta de tres subteorías, pero después de haber estudiado los tres aspectos de la inteligencia durante algunos años, Sternberg (1996, 2001) llegó a la conclusión de que la respuesta a la cuestión de la inteligencia es incluso más que la cantidad de capacidades analíticas, creativas y prácticas de una persona. Una persona puede estar dotada con respecto a cualquiera de estas capacidades o con respecto a la forma en que equilibra las capacidades para tener éxito (Sternberg y Grigorenko, 2002). Además, la inteligencia, según Sternberg y sus colegas, no es una entidad fija, sino flexible y dinámica (es decir, es una forma de experiencia en desarrollo) (Sternberg y Grigorenko, 2002; Sternberg y Lubart, 1995; Sternberg y O’Hara, 1999). Sternberg concluyó: «La noción de que alguien es ‘superdotado’ o no es una reliquia de una forma de pensar anticuada y basada en pruebas» (1996, p. 197). Gardner (1983) planteó lo que ha venido a llamarse «inteligencias múltiples», que inicialmente reflejaban siete inteligencias específicas de dominio a las que posteriormente se añadió una octava (la inteligencia naturalista) (Gardner, 1999).2

A la vista de este reciente trabajo y de las numerosas advertencias anteriores sobre los peligros de describir la inteligencia con una única puntuación, concluimos que esta práctica ha sido y será siempre cuestionable. Como mínimo, los atributos del comportamiento inteligente deben considerarse dentro del contexto de los factores culturales y situacionales. Las formas múltiples de inteligencia descritas por Sternberg y Gardner, las teorías de la progresión del desarrollo y los enfoques biológicos tienen mucho que aportar a una mejor comprensión de la inteligencia. «Deberíamos estar abiertos a la posibilidad de que nuestra comprensión de la inteligencia en el futuro sea bastante diferente de la actual». (Neisser et al., 1996, p. 80).

CONCLUSIÓN: ¿EN QUÉ CONSISTE LA SUPERDOTACIÓN?

En los últimos años se ha renovado el interés por el estudio de la superdotación y los esfuerzos relacionados con la prestación de servicios educativos especiales para este segmento de nuestra población escolar. Un aspecto saludable de este renovado interés ha sido la aparición de nuevas e innovadoras teorías para explicar la superdotación, y de estudios de investigación que prometen mayores conocimientos y enfoques más defendibles tanto para la identificación como para la programación. Abundan las explicaciones teóricas contradictorias y las diversas interpretaciones de los resultados de la investigación añaden un elemento de emoción y desafío que sólo puede dar lugar a una mayor comprensión del concepto en los próximos años. Mientras el concepto en sí mismo se vea desde los puntos de vista de diferentes subculturas dentro de la población general y de diferentes valores sociales, siempre habrá una gran variedad de respuestas a la pregunta: ¿En qué consiste la superdotación? Estas diferencias de interpretación son, de hecho, una característica sobresaliente y positiva de cualquier campo que intente avanzar en nuestra comprensión de la condición humana.»

En este párrafo anterior, explicita que no tiene una idea clara de lo que es la superdotación, escribe «siempre habrá una gran variedad de respuestas a la pregunta» es «una característica sobresaliente y positiva de cualquier campo que intente…» Lo que se puede deducir, ¿ qué se actúa dando palos de ciego? ¿Es esto? Pero el acto de fe viene dado en este último párrafo:

«La concepción de tres anillos de la superdotación refleja la creencia de que los esfuerzos por definir este concepto deben basarse en la investigación y ser relevantes para las personas más influenciadas por este tipo de trabajo. Aunque representa nuestra interpretación de las pruebas disponibles, los educadores deben continuar la búsqueda de una mayor comprensión de este concepto tan crucial para el avance de la civilización. Sin embargo, la tarea de proporcionar mejores servicios a nuestros jóvenes más prometedores no puede esperar hasta que los teóricos e investigadores produzcan una verdad final incuestionable, porque probablemente tales verdades no existen. Pero la necesidad y las oportunidades de mejorar los servicios educativos para estos jóvenes existen en las aulas de los colegios cada día de la semana.»

Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NESE)

Las conclusiones de este documento de Renzulli me dejaron tocado y la lectura que hago es que se trata de una declaración sobre políticas educativas en toda regla. La pregunta que habría que hacerse sería si realmente se pueden utilizar estas bases teóricas para atender una población con dotación intelectual (cognitiva) con unas características neuropsicológicas tan determinadas y descritas ampliamente en esta y la anterior entrada. Leer documentos como este donde no existimos, pero si somos etiquetados en el período escolar como alumnos de Altas Capacidades con Necesidades Específicas de Apoyo Educativo (NESE) choca frontalmente por incoherencia con estos postulados que los mismos autores se desdicen a medida que pasa el tiempo, como es el caso de Gardner y Sternberg, ¿hará lo mismo Renzulli?

A pesar de la extensa literatura, la controversia y las discusiones constantes alrededor de esta población de una falta de conceptualización única y la infinidad de metodologías para implementar los modelos teóricos, cuáles mejor se adaptan a las particularidades de este alumnado, los escasos trabajos dan resultados de baja productividad, tanto en cantidad como en calidad respecto al resto de la población, que sugiere que estos modelos igual no sean o tengan demasiado sentido en los sistemas escolares de las actuales democracias liberales.

EXISTIMOS

En este sentido, a pesar de Renzulli, existimos y uno de los principales obstáculos que encontrará el docente en el momento de querer incidir en el alumno de alta capacidad será que este parece que mute hacia direcciones totalmente imprevisibles e inciertas de las que se esperarían, sucediendo algo pareciendo al Principio de Incertidumbre de Heisenberg, donde querer actuar con precisión en la medida del objeto produce una modificación del mismo, y en el momento de la medición solo podemos medir una de las variables modificando su naturaleza tanto en el espacio como en el tiempo, de donde el resultado puede ser incierto y contraproducente para el alumno.

Este principio, vital, nos puede ayudar a aproximarnos y a comprender mejor la complejidad psicológica de una persona con dotación intelectual. Es a partir de este reconocimiento que el observador podrá conectar y entender al sujeto, nunca a la inversa. La discusión del si se es o si se tiene alta capacidad intelectual, se diluye sin opción a perderse en órdenes de origen moral que con toda probabilidad serán cuestionados por una estrategia analítica y crítica del mismo individuo dotado (Sternberg acierta al hablar sobre esta estrategia analítica y crítica, característica subyacente del colectivo).

Los defensores del «tener», si no entienden este principio, pueden sufrir una reducción drástica en la capacidad de comprender el fenómeno en todas y cada una de sus dimensiones.

HEREDABILIDAD Y ENTORNO

En neurociencia, donde se estudian las diferencias individuales, tener equivale a ser, a disponer de una conducta que responde a estados internos y a los reforzadores externos que actúan sobre el individuo. La herencia genética determina todos estos procesos y determina el temperamento de forma considerable, el intento de modificarlos será altamente costoso, tanto para el docente como para el alumno.

La educación, por lo tanto, y la enseñanza en particular tienen que tener presentes estos aspectos de origen genético y epigenético, imprescindibles como muy bien señala David Bueno [2]:

«Esta revisión se centra en la heredabilitad de las funciones cognitivas que se consideran relevantes para los procesos de aprendizaje. Los niños no son una simple tabula rasa, como se había pensado, puesto que están condicionados en gran medida por su genoma. Aun así, el entorno donde viven y se desarrollan, incluido el entorno educativo, es también un factor significativo que los puede permitir aprovechar al máximo sus capacidades, tanto en aspectos intelectuales como también emocionales. Dicho de otro modo, a pesar de que el cerebro es maleable y se puede cambiar mediante la educación y las experiencias diarias, y en consecuencia también lo pueden hacer las funciones cognitivas que genera y gestiona, su formación y su funcionamiento se basan en un sustrato genético que lo influye de manera moderada e incluso, a veces, elevada.»[…]

Concluye:

«(…) el aprendizaje tiene que ser percibido como adaptativo por el cerebro, dado que tanto la plasticidad neuronal como las modificaciones epigenéticas tienen esta función adaptativa. El estilo de enseñanza es crucial para que se produzca esta percepción.»

COHERENCIA versus CONFUSIÓN

El aprendizaje, pues, pasa a ser uno de los factores vitales e imprescindibles más importantes en la construcción de la personalidad. Un medio o proceso por el cual adquirimos los conocimientos necesarios que nos permiten descodificar la información de nuestro entorno y facilitar al organismo interpretarlo desde nuestra experiencia subjetiva; construyendo nuestra realidad. Es en este proceso altamente complejo que se produce una discriminación de lo que observamos, vemos, olemos, tocamos, escuchamos, percibimos, intuimos, etc.

Lo que percibimos por los sentidos, la mente lo procesa en milésimas de segundo, casi de forma espontánea y automática en forma de imágenes que el cerebro relaciona y reproduce como coherentes, para establecer un correcto funcionamiento de todo el organismo. De este funcionamiento natural depende nuestra integridad física. Lo contrario, la confusión, nos conduce a estados de nerviosismo, de enfermarnos y de posibles trastornos mentales.

Por obvio y trivial que parezca, se nos olvida fácilmente como aprendemos, puesto que disponemos de mecanismos naturales que lo facilitan: uno de ellos, jugar cuando somos niños que activan las zonas que nos producen placer para disparar los circuitos neurales de la motivación y otros que iremos desplegando a lo largo de la vida en función de las circunstancias en el entorno donde nos movemos y relacionamos. Jugamos y aprendemos de pequeños para experimentar con los sentidos: las formas, texturas, sabores, etc., de los objetos activando todas las partes del cerebro; acciones imprescindibles para completar una sana maduración y crecimiento de todos los órganos y partes de los cuales estamos compuestos. El juego facilita la socialización, nada que no sabemos, pero, no siempre resulta tan obvio, ni tan fácil ni sencillo. La población que nos ocupa presenta desviaciones estándares de la media a escala cognitiva considerables, hay unas diferencias individuales importantes que interfieren estos procesos de forma sustancial en momentos concretos.

Desplegar y favorecer la expresión de estos recursos innatos, de fuerte base genética tal como explica David Bueno es parte determinante, el entorno, pero, influye significativamente en su expresión.

Pero esta expresión será diferente en cada lugar, en base a las necesidades que se le creen al individuo. Este aspecto en los niños, adolescentes, jóvenes y adultos con dotación intelectual puede suponer una adaptación sin dificultad por encontrarse en su medio o al contrario, como pasa en las sociedades industrializadas al iniciar un proceso de escolarización masiva que supuso activar zonas del cerebro para adaptarse a la lecto-escritura. El hecho de utilizar, activar y potenciar otras zonas del cerebro relacionadas en la parte más verbal que las utilizadas anteriormente, que eran más visioespaciales para interpretar la realidad, podría ser una de las causas que permitió detectar a este alumnado con dificultades que tanto Leta Hollinworth como William Stern se dieron cuenta por primera vez en las aulas. Uno de los efectos, activar sustancialmente el hemisferio izquierdo tendría que ser motivo de investigación, pedagogías como las escuelas Waldorf-Steiner este fenómeno lo tienen muy presente, y ser estudiado de forma más exhaustiva aportaría información valiosa sobre los problemas en la escolarización de los perfiles con trastornos del neurodesarrollo y del aprendizaje.

RECURSOS COGNITIVOS

Disponer de todos estos recursos cognitivos, vendría a ser el regalo (gift), pero por inadecuación o potenciación de zonas neurales ya bastante desarrolladas se puede volver en según qué individuos en regalo envenenado, además de la pesada carga social alrededor de la superdotación que no facilita su comprensión y añade complejidad al fenómeno.

Por eso los modelos educativos estándares de la escuela ordinaria tienen que ser adaptados a esta población y no al revés, esto tendría que ser innegociable.

La inteligencia se nutre de los recursos cognitivos para conseguir una mejor adaptación en todo momento, de donde extraerá más o menos provecho, y esta última observación, la de lograr cierto éxito es uno de los errores que se pueden llegar a cometer en la generalización de este alumnado, por el hecho que no es ni mucho menos así. Confundir ir bien con conseguir «éxito social» hay un trecho.

El conocimiento sobre el funcionamiento de nuestra mente, de como aprovechar estos recursos de la manera más eficiente y óptima, es a lo que se dedica la investigación en las diferentes disciplinas en el estudio de la cognición. En el alta capacidad intelectual es la que nos aporta información imprescindible para poder transmitir a este alumnado, desde la neuroeducación, que aporta conocimientos importantes para dotar al alumno o al individuo en el caso de ser un adulto, de la información que le permita favorecer un fuerte trabajo metacognitivo que le ayude a entender el porqué y el cómo de su funcionamiento con el objetivo de encontrar las soluciones, tanto para aprovechar sus fortalezas como por mejorar en los aspectos donde se presentan las posibles dificultades.

Utilizar sus recursos cognitivos de una forma óptima ayuda, sin duda, a encontrar la explicación al sentido de la vida que percibe como equivocado o a la sensación de no encajar, de decalaje respecto a sus pares, permitiéndole hacer este trabajo e integrar los conocimientos en la cognición de la conducta y favorecer un crecimiento personal más armónico. La repercusión en el rendimiento escolar se verá rápidamente beneficiada, y lo más relevante, alejará los posibles trastornos, dentro de lo inevitable en según qué casos.

Todo aprendizaje externo depende mucho de la figura del maestro y de la transmisión de los conocimientos y de su experiencia subjetiva que tiene que estar fundamentada en los valores universales, la figura maestro-discípulo es fundamental para este alumnado, la honestidad tiene que ser percibida como real; otra relación o puesta en práctica como la jerárquica, el adoctrinamiento, la instrucción o manipulación; un alumno con dotación intelectual reacciona en rebeldía ante estas prácticas autoritarias; si es privado de la posibilidad de libertad, la desmotivación, hará acto de presencia. El efecto, el movimiento hacia el lado oscuro puede aparecer por el odio acumulado durante los años de escolarización que hayan podido convertirse en una verdadera tortura.

La educación, donde la enseñanza y el aprendizaje forman parte, induce una fuerte carga implícita de los valores sociales y culturales, donde amplios grupos de las diferentes corrientes principales de organización social consideran imprescindibles para transmitir y condicionar de una o de otra forma la cosmovisión de cómo tenemos que ser. Y en esta elección, muchas veces dicotómica, se introduce un factor de conflicto interno importante.

EL CEREBRO, EL GRAN DESCONOCIDO

Escribir sobre aspectos neuropsicológicos desde la neurociencia actual, con una fuerte fragmentación de los estudios y cada vez más numerosos, gracias a las nuevas tecnologías de Imaginería por resonancia magnética funcional (IRMf), entre otras, nos obliga a ser muy prudentes al realizar afirmaciones tan categóricas como las que se producen de forma constante desde la psicología educativa. Los modelos explicativos sobre alumnado de altas capacidades presentan un fuerte componente de ambigüedad y de intereses de todo tipo; hay que prestar atención, hablamos de niños en proceso de neurodesarrollo, con afectaciones producidas en el seno de los sistemas escolares, graves.

Constatar que hoy en día el agujero negro de la medicina es conseguir un conocimiento exhaustivo de todas las funciones y mecanismos del cerebro, tendría que ser la premisa que no tenemos que perder de vista, la alta complejidad tiene que ser motivo para mostrarnos prudentes en cualquiera de las manifestaciones que se puedan producir en los alumnos, tanto en el ámbito cognitivo como no cognitivo.

Dicho esto, lo que si podemos hacer es aprovechar y relacionar todo este conocimiento desde una vertiente antropológica para entender mejor el fenómeno de la superdotación.

Esta dificultad, que supone un obstaculo para la medicina (psiquiatría) sobre el conocimiento en el estudio del cerebro en general, se vuelve muy sutil en unos cerebros que presentan variaciones importantes en su neuroanatomía y neurobiología desde etapas prenatales.
Lo que sabemos, y, cada vez habrá más replicas de estos trabajos de neuroimagen en cohortes considerables, tanto de niños como de adultos, es la existencia de un funcionamiento cognitivo de alto nivel en las tres redes por defecto, de atención y ejecutiva que divergen con aspectos cuantitativos y cualitativos de la población en general.

Observamos correlaciones destacadas en las puntuaciones de los test de inteligencia en el cociente intelectual (CI), una de las más utilizadas es la escala de WESCHLER y los tests progresivos de Raven de más carga en el índice de inteligencia general (g), donde se pueden visualizar patrones (delta) de un funcionamiento similar en las cohortes estudiadas. Resultados estos, que nos muestran que estos dos perfiles disponen de un funcionamiento cognitivo diferenciado: los heterogéneos con cierta lateralización, que en ningún caso indica que de esta menor interconectividad por el cuerpo calloso se extraiga la lectura que el hemisferio derecho sea el que dispone de la exclusividad de la creatividad y el izquierdo de unas capacidades más analíticas. El cerebro funciona de forma unitaria, lo que si sucede es que estas características influyen en las capacidades cognitivas, y, por lo tanto, en la adaptabilidad y percepción del entorno, siendo estas diferencias individuales las que explican el porqué difieren el uno del otro.

Sabemos que este desarrollo asincrónico en perfiles heterogéneos nos aporta una información valiosa que nos ayuda a entender, también, los posibles trastornos de neurodesarrollo y de aprendizaje que pueden aparecer en el alta capacidad intelectual, donde hay sintomatología próxima que puede llegar a confundirse por situarse en zonas límites, último aspecto este de importancia vital que requiere más investigación por parte de los neurocientíficos, para mejorar, abordar y diseñar las adaptaciones escolares necesarias y que aporten valor al autoconocimiento del individuo es prioritario.

La heredabilidad juega un papel muy determinante, aunque paradójicamente en el proceso de desarrollo de la personalidad pueda producir tensiones en una especie de balanceo de un perfil al otro.

Las discusiones en los diferentes modelos pedagógicos y de aprendizaje son debates siempre apasionados donde la carga ideológica es protagonista. Abordar cuestiones, de cómo es mejor educar y enseñar, es un debate eterno y siempre permanente. En el caso del alumnado que nos ocupa, la complejidad y el hecho de ir asociado a una connotación de «alta capacidad» lo complica todo sobre manera. Muchas son las preguntas y discusiones en torno de la psicología constructivista de Piaget a la conductual.

Entidades sociales y expertos del sector de la educación para alumnos dotados y con talento explicitan la necesidad de «identificar y tratar» a esta población, o sea, que pasan a ser objetivo y diana para conseguir «¡crear personas capaces de resolver los grandes problemas que tiene la humanidad!» Y la realidad nos dice, que en cien años de programas para este alumnado poco se ha conseguido, y la pregunta que surge es, ¿ por qué se tiene que continuar creyendo en la idea que arranca desde los tiempos de Terman que esta población viene al mundo con unos atributos o gran potencial a desarrollar y se debe utilizar?

Muchos son los interrogantes, al menos para mí por la parte que me afecta, y si todo apunta que nos movemos en una población que presenta unas características neuropsicológicas tan sumamente contradictorias, incluso, paradójicas en su funcionamiento cognitivo y de personalidad, como hacer para obtenerlo sin decantar la balanza hacia la parte oscura de la dotación intelectual (dark giftedness) de esta población, ¡ qué también existe!

Los humanos, los alumnos, no somos una «tabula rasa» como decía David Bueno, donde solo hay que introducir los datos necesarios para llegar a unos niveles de conocimientos aceptables segundos los estándares de evaluación del aprendizaje o bien, por modelos de educación alternativos; ni se nos puede inocular la perfección como si se tratara de un código de programación matemático; hay una parte importantísima en los procesos en el aprendizaje que correlacionan directamente con un determinismo genético que condiciona mucho el cómo y lo qué aprendemos.

La neuroeducación afortunadamente puede aportar lo necesario para entender mejor cuáles son todos estos factores psicobiológicos en todo proceso cognitivo, en relación con la interacción del sujeto con el entorno, con el medio ambiente en el cual se mueve.

Economía, sociedad y cultura

La moral, que nos es consustancial e individual, tiene que ser transformada en pro de unos valores éticos establecidos, aquellos que se han forjado de generación en generación y aceptados por mayorías que inciden en la forma como nos organizamos y cooperamos, las estructuras de poder necesitan mantener el statu quo para conservar los privilegios adquiridos.

La idiosincrasia de un estado a otro se diferencia por factores tanto naturales (orografía, climatología, etc.) como por los sociales y culturales.

La inteligencia, por lo tanto, adquiere diferentes valores según en la sociedad que el individuo se desarrolla. El contexto muchas veces, igual que el juego abandonado por la individualización y una escuela reglada explican de donde partimos, para entender mejor donde nos situamos, en este país nuestro de tensiones internas constantes desde las postrimerías del siglo XIX hasta nuestros días, estos párrafos [3] nos lo ilustran significativamente:

«Tanto los católicos como los liberales y los comunistas eran conscientes de que se estaba librando una batalla cultural que tenía uno campo de pruebas en la educación y en la legislación. La Iglesia española, a través de la Asociación Católica Española (ACE), quiso formar un ejército para combatir esa guerra no violenta pero sí intensa y con dos bandos bastante definidos.»

Escrivà de Balaguer, fundador del Opus Dei iba algo más allá, incluso, con la intención de transcender estos objetivos:

«El 12 de julio de 1932, al pensar sobre su posible estructura se fijó expresamente en la fundación de Herrera y del jesuita Ayala: «formará [el Opus Dei] una Asociación al estilo de los Propagandistas de Herrera, pero –sin ofensa– mejores: a/ porque irán formados y b/ porque se les seguirá formando. Para continuar esta formación, serán dirigidos –en local aparte, sin capilla, ni carácter de hermandad piadosa– por los socios laicos y deberán entrevistarse con los socios sacerdotes»» [3]

El 18 de julio de 1936 se producía el levantamiento militar contra el legítimo gobierno democrático de la República española.

Podríamos pensar que es pasado, que en la actualidad esta «guerra educativa y legislativa» ha sido superada, pero seria autoengañarnos. Sigue con fuerza y con la amplificación de las redes sociales que sirven a los dos «bandos bastante definidos» para crear opinión de cara a las siempre presentes campañas electorales.

El caso de España es paradigmático, ya son ocho las reformas educativas en estos últimos «cuarenta años sin conseguir una ley de educación estable que repercuta en una calidad de la enseñanza».

En cambio, en el sector privado este efecto es menor, y si cito el texto del Opus Dei y de la Asociación Católica de Propagandistas, es porque son los que más se han dedicado en cuerpo y alma en la búsqueda de talento, a buscar a los mejores para nutrir sus organizaciones de personas educadas en sus escuelas, institutos y universidades para influir en las finanzas, la política, y, por lo tanto, en la sociedad y la cultura.

Pensar que el colectivo de alta capacidad está libre de este interés secular sería una ingenuidad, se puede comprobar haciendo una sencilla investigación y observar las trayectorias de estos grandes polos educativos creados con fuerte implantación y prestigio por parte de las élites. La ingente cantidad de recursos dan buenos resultados y la educación de alumnado de altas capacidades es parte importante.

Así pues, este interés subyacente y casi enfermizo muy bien expresado por Escrivà de Balaguer en: «a/ porque irán formados y b/ porque se les seguirá formando.» Esta sentencia, en los perfiles a los cuales dirijo la atención de esta serie sobre aprendizaje y alta capacidad, infiere cierto peligro por los aspectos cognitivos de personalidad tan marcados y singulares.

En la última entrega, abordaré casos reales de lo que ha supuesto una educación exigente y perfeccionista en las trayectorias vitales de testimonios que todavía hoy en día luchan contra el trauma, la angustia y la ansiedad.

Y como una intensa y fuerte disonancia cognitiva impide llevar una vida normalizada donde el existencialismo acontece un movimiento constante de agitación, que deja poco espacio para el descanso, a su vez, pero, paradójicamente, es el motor de una expansión de la conciencia que contribuye a un estado de sabiduría considerable. Sería el «Temor y temblor» de Søren Kierkegaard.

El sufrimiento puede llegar a convertirse en el potenciador de la inteligencia, sin que esta acontezca adaptativa en una lucha desigual, hasta conseguir una paz y armonía a edades muy avanzadas que ha sido buscada y deseada a lo largo de toda una vida. La suerte, después del tercer factor (la fuerza interior) acontece fundamental, y hace falta, ¡buscarla!

Bibliografía

  1. https://psycnet.apa.org/record/2013-37362-005
  2. https://revistes.ub.edu/index.php/joned/article/view/31788/32046
  3. https://www.isje.org/es/studia-et-documenta-3/numeros-publicados/vol-16-2022/

Anuncio publicitario

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s

A %d blogueros les gusta esto: